¿Cómo es posible?
¿Qué hizo especial ese momento que compartimos? No te conozco, no me conoces, pero nuestras risas sin motivos se contagiaron y pudimos escucharlas aunque no sabíamos de dónde provenían.
¿Quién eres? ¿De dónde eres? ¿Realmente existes o sólo te imaginé?
Nada sé de tí... ¿Acaso es simplemente que no te recuerdo?
Sólo sé que por algunos segundos sentí tu mirada sobre mis dedos tecleando las palabras que elegía para tí. Y me asusté por tu presencia inesperada... estabas a mi lado...
De pronto decidiste explorar rápidamente mi alma, apenas una mirada bastó para descubrir mi sed. Y trataste de saciarla, de poner algo de luz en mi camino.
Gracias.
<< Home