Ladrón de mis pensamientos
Te invoqué y resucitaste, mi amado poeta,
para que pueda beber de la delicia de tus palabras y alimentar mi alma del maná que pronuncian tus labios.
Te necesité y acudiste en mi ayuda, mi poderoso mago,
para salvarme de la fría soledad que rodeaba mi existencia y deslumbrarme con un mundo desconocido.
Te soñé y te volviste realidad, mi eterno deseo,
para acompañar cada uno de mis pasos y respirar el aire que respiro.
Mi poeta, mi mago, mi sueño...
Me diste a probar de la felicidad divina,sin ti la vida perdería todo sabor y nada tendría sentido.
<< Home